lunes, 10 de diciembre de 2012

Enterrado pero vivo

      Estaba dentro de aquel ataúd y no recordaba como había llegado allí, no le preste mucha atención a ese detalle, solo pensaba en salir. Se  me estaban durmiendo las piernas, me faltaba el aire y me moría de calor, algo me decía que la llave del ataúd se hallaba enterrada unos metros mas allá y que una extraña criatura se mofaba de mi observando la situación.
                                                                  Santi  2ºESO

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